La neige et le sang
No
insistas, no pisaré esa rosa .Ayer mismo la rosa carecía de pétalos y espinas. Era sólo una rosa.
Ayer
mismo , esa rosa apartada del camino se caía en el río .
No recibo muchas rosas estos días ni recuerdo los días en que llovían las rosas en mi ventana,
azules y amarillas, rojas y negras , moradas.
Ayer
mismo, esa rosa no tenía fragancia, era sólo una rosa.
Poco a
poco le fui poniendo nombres. Flor -le dije- flor tú nunca me abandonas. Y la rosa
soltó
un pétalo
morado. Flor -le dije- te voy a llevar a ver el mar.
Viajamos
hasta el mar y la rosa soltó otro pétalo del color de la espuma.
Las cosas no iban bien pero la rosa era ya parte de todos los océanos.
Flor, le dije- si sacas las espinas y me pincho mi sangre roja caerá sobre la nieve; ya ocurrió en otros tiempos. No hay nada
inmaculado flor, nada tan blanco que no pueda mancharse-.
Flor ,le dije _te llevaré a ver mi grieta que sangra con mi dedo en la espina y
volverás
a ser rosa-.
No
insistas no pisaré esa rosa. Si me la arrancas dejará de ser rosa para convertirse
en una triste rosa perdida , en una rosa más que no tenía nombre, que no tenía pétalos, que no tenía espinas.
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