martes, marzo 24, 2009

Retiro espiritual

“Tinc moments de fatiga. Sento intermitentment moments de depressió --generalment sense una causa precisa. Sentir-se vell a vint-i-un anys, és clar, fa riure. El cert és que, sovint, em vénen ganes d'evadir-me de recloure'm al mas i anar al llit com les gallines --o d'anar a viure a Aigua-xellida, tan assolellada, tan remota, amb el cel i la mar tan radiants, tot adormit al sol en la remor dels pins... La sensació física precisa --quan no sóc al llit-- d'anar pel món enganxat en un carro m'exaspera.”

Josep Plà El Quadern Gris



Plá es un escritor que a menudo me devuelve a mis orígenes, también yo siento a veces la fatiga el cansancio de estar viva aunque ya no tenga 21 años y desde luego el deseo de salir de esta oficina, de este mundo que no por artificial y fútil deja de ser menos engorroso menos cansino. No sé si alguna vez podré retirarme a algún lugar; todavía estoy en activo, todavía sé que el mundo o por lo menos las mías y los míos me necesitan interpretando mi papel; pero si alguna vez pudiera no me importaría hacerlo como en el texto de Plá a algún rincón como Aigua-xellida y dejarme mecer por los pinos y las olas en algún lugar remoto muy remoto, hasta olvidar mi nombre, mi destino, mi porqué....
Hoy el texto de Plá me ha hecho respirar la suave brisa del mar y sentirme indolentemente ociosa en medio de esta pequeña vorágine oficinesca, en medio de esta ciudad que me es ajena como ajenos me son estos seres que habitan este espacio y pasan la mañana entre pequeñas mezquindades administrativas.

Por la boca muere el pez

Que no digan
Que llegó el amor a mi puerta
Y no le di más amor
Tendiéndole mis brazos
Sin más
Aunque andaba cansada
Y la derrota pesaba en mis párpados
Que no digan que llegó el amor a mi puerta
Y no le supe ver
Y le ví
Y llené de alegría sus noches
Y de paz algunos de sus días
Que no digan
Sin hacer caso de fariseos y suegras ponzoñosas
Sin oír los consejos sabios de los psicopedagogos
Que no digan
Que llegó el amor a mi puerta y no le supe oir

miércoles, marzo 18, 2009

Buscando Ángeles

No veo a los ángeles
Andarán por ahí con sus alas plateadas
Pero yo no los veo
Estarán volando en cualquier caso
Muy alto

miércoles, marzo 11, 2009

Pensamiento Zen (homemaid)

Para que el agua nos se desperdicie
No la eches en la cesta
Blanca cristalina entre los mimbres rotos
Guárdala en esa vasija rota

jueves, febrero 26, 2009

El triunfo del tiempo y del desengaño

Perceval, apoyado sobre su lanza, contempla –sin entender exactamente lo que está viendo- la sangre que ha extendido sobre la nieve blanca, una oca herida. El caballero está fascinado por estos dos colores, rotundos bajo el sol de invierno: el blanco y el rojo.

Estuve hace un tiempo escuchando una ópera de Haendel puro barroco, puro conceptismo, ambientado inadecuadamente como casi siempre en un bar de neones donde personajes frívolos bebían y sonreían. La belleza se alía con el placer pero el tiempo Saturno todo lo marchita y la belleza termina un día y llega el desengaño y la muerte. El Barroco en su más pura expresión: virtuosismo instrumental y lírico. Los conceptos encarnados y el planteamiento del tema el tiempo que todo lo puede al final. El dulce sonido de las tiorbas tocadas por jóvenes donceles de cabellos rubios, el clave y los violines todo ello contrastaba con la profundidad de los diálogos y la gravedad de los planeamientos. La forma sobre el fondo el derroche formal en un alarde preciosista que embriaga los sentidos y transporta hacia otros mundos lejanos de este donde el mal gusto, el invierno, el consumismo la tristeza de los hombres vacíos que no sabemos que todo es vanidad, todo se desvanece y sólo nos queda el dulce aroma de la rosa a la que quitamos la espina para no pinchar nuestros blancos dedos de jóvenes para no dejar que una gota de sangre roja caiga sobre la nieve como en el Perzelvaus de Chrétien de Troyes.