sábado, diciembre 19, 2015

Le sang et la neige

La neige et le sang

No insistas, no pisaré esa rosa .Ayer mismo la rosa carecía de pétalos y  espinas. Era sólo una rosa.

Ayer mismo , esa rosa apartada del camino se caía en el río .

 No recibo muchas rosas estos días ni recuerdo los días en que llovían las rosas en mi ventana, azules y amarillas, rojas y negras , moradas.

Ayer mismo, esa rosa no tenía fragancia, era sólo una rosa.

Poco a poco le fui poniendo nombres. Flor -le dije- flor tú nunca me abandonas. Y la rosa soltó un pétalo morado. Flor -le dije- te voy a llevar a ver el mar.


Viajamos hasta el mar y la rosa soltó  otro pétalo del color de la espuma. Las cosas no iban bien pero la rosa era ya parte de todos los océanos.

Flor, le dije- si sacas las espinas y me pincho mi sangre roja caerá sobre la nieve; ya ocurrió en otros tiempos. No hay nada inmaculado flor, nada tan blanco que no pueda mancharse-.

Flor ,le dije _te llevaré a ver mi grieta que sangra con mi dedo en la espina y volverás a ser rosa-.


No insistas no pisaré esa rosa. Si me la arrancas dejará de ser rosa para convertirse en una triste rosa perdida , en una rosa más que no tenía nombre, que no tenía pétalos, que no tenía espinas.

martes, diciembre 01, 2015

Dos inicios para dos mundos: García Márquez y Proust.




García Márquez en   el primer  párrafo de “Cien años de Soledad” nos presenta tanto el final, como el principio de su novela y señala cuál va a ser la dispositio. El protagonista está ante un pelotón de fusilamiento y sus últimos recuerdos le retrotraen a un Macondo mítico , fuera del tiempo y del espacio . Un lugar que acaba de nacer como el relato   “reciente” incipiente, balbuceante. El adjetivo “remota” que acompaña a tarde nos indica que ha transcurrido tiempo y que la novela nos va a llevar por ese tiempo que es como el rio que se precipita por piedras como “huevos prehistóricos”. El autor nos  indica cuál va  a ser el tempo narrativo que va desde el origen “al principio era  el verbo” y al principio estaba Macondo donde no había llegado el lenguaje y luego empieza la historia para poblarlo de palabras.  García Márquez en su papel de narrador elige un lugar que no existe, hasta que el novelista, lo señala con su dedo, mágicamente. Macondo existe gracias al verbo, a la historia, cuando aparecen los gitanos y van nombrando las cosas y el espacio y el tiempo se van contaminando de historia, de temporalidad y de humanidad. En este incipit tan poderoso conocemos cuáles son las intenciones del autor : crear un mundo desde la nada para irlo configurando como narrador  omnisciente, un deus ex machina a imagen y semejanza de su imaginación y de su capricho con el poder que le otorga la palabra.
De una novela épica pasamos al mundo interior de Proust, donde el yo y no la historia es el protagonista. En realidad no pasa nada. El autor se acuesta pronto; un hecho tan banal se reviste de gran complejidad al intervenir poderosamente  el mundo interior del personaje. El texto anterior señala el inicio y el final de la historia, sin embargo, aquí nos movemos  en un tiempo subjetivo que en el tiempo real objetivo equivale a una noche, una noche cualquiera. El autor se transporta en ese tiempo con el poder vívido de la literatura, ,  el autor  cree habitar en el tiempo de sus lecturas como el Quijote, para pasar  a la duermevela. tantas veces evocada por Machado, en la que se van borrando las fronteras entre la realidad y el sueño. Se alude a un viaje interior, una  métempsycose”, un viaje migratorio del espíritu que vive dos vidas, una primera imaginaria impulsada por sus lecturas y una  segunda real . El tiempo real dura lo que dura la luz de la vela, la transición de la luz de la vela a la oscuridad cuando ésa se extingue. Pero en ese tiempo el personaje ha vivido dos vidas y ha pasado de la luz a la oscuridad, de la vida al sueño cómo “une chose vraiment obscure” que quizás evoque a la muerte.


sábado, octubre 10, 2015

Adriano Celentano - L'emozione non ha voce

Lucio Dalla - Caruso

De cómo una araña se posa en el Programa de la Ópera Roberto Devereux

Cuando recogimos el programa en la entrada una enorme araña bastante siniestra presidía la portada del programa de Roberto Devereux de Gaetano Donizetti. Acostumbrados a los despropósitos o para ser más benévola oscuros significados de la escenografía operística pensé para mis adentros( a mi marido ya no le importa un pijo lo que digo) qué tendrá que ver la magnesia con la gimnasia. Venimos a ver una ópera de Donizetti no es el bel canto?.No vengo a ver Bertol Brecht. Bueno siempre concedo un amplio margen a estas rarezas y  me siento ilusionada a oír música más allá de los pantalones de cuero o los horribles corsés que tienen que sufrir los cantantes de ópera actuales.

Así que efectivamente en un escenario bastante oscuro y con un vestuario que en nada favorecía a los artistas se desarrollaba una hermosa ópera con la figura de Isabel de Inglaterra en este caso una soprano romana a la que habían colocado un imposible corsé y a un Roberto Devereux muy apuesto al que habían colocado unos pantalones de cuero bastante macarras . (Estamos en un musical de la Gran vía viendo Saturday´s Night Fever noooo estamos en el Teatro Real en una ópera de Donizetti. Sitúate bonita que tú enseguida te me despistas.) Y no, no me despisté, la enorme profesionalidad de los cantantes y la impecable dirección musical pudieron con eso y más. Una hermosa ópera de esas en las que mueren los buenos y triunfan los malos, llena de pasión, amor, celos y bajos sentimientos con unas arias al final de cada acto que quitaban el sentido triunfaron sobre la malévola encargada del vestuario.  Las pasiones humanas más sublimes y las más bajas entremezcladas, la complejidad de la naturaleza humana, el preciosismo del bel canto, la interpretación impecable (y la apuesta figura) de Ismael Jordi  hicieron de la ópera un disfrute inolvidable. Ah y en el tercer acto aparecía una enorme araña (de ahí la portada del programa me dije) que hasta me gustó y que fue lo mejor de la puesta en escena y allí encaramada la soprano romana nos emocionó hasta las lágrimas con su aria final.

miércoles, junio 10, 2015

Bubul Sharma , Mis Santas Tías




Una de las ventajas de pasear por la feria del libro de Madrid es la de descubrir autores y editoriales desconocidos  para el lector de a pie. En la feria entras en contacto con editores y libreros que cuándo ven que tímidamente coges un libro entre tus manos te aconsejan a las mil maravillas  y caes de inmediato en la tentación de aferrarte a ese libro y llevártelo a casa para empezar a leerlo inmediatamente y hacerlo tuyo venciendo la curiosidad que han despertado en ti.Así llegue yo a  la lectura de Mis Santas Tías  de Bulbur Sharma.
El libro rezuma exotismo, al principio entre sus páginas el europeo se siente algo incómodo porque sus protagonistas no son mujeres feministas ni revolucionarias al uso sino que se rebelan contra su realidad de manera sutil.
Las mujeres sometidas a vivir una vida que no han elegido asumen su destino  y responden con una rebeldía sorda como Mini la novia niña entregada en matrimonio a los 7 años y condenada a alejarse de su familia que encuentra a su marido otro niño asustado debajo de una cama huyendo de la azotaina de su padre. El libro cuenta con ingenuidad y ternura un mundo que se nos antoja lejano muy lejano en el que los valores de la cultura occidental no han penetrado del todo en la sociedad que sigue aferrada a sus tradiciones y creencias. El libro nos obliga a abrir nuestra mente poco a poco vamos trastocando nuestros prejuicios y cada una de las historias sin saber por qué nos hace sonreir , nos hace entender el mundo de otra manera. La autora posiblemente sin pretenderlo y ahí reside una de las claves de su atractivo nos abre los ojos a otro mundo que en toda su autenticidad y belleza  nos atrae y nos atrapa. El libro está escrito de una manera sencilla pero las historias tienen una originalidad, una frescura , una alegría que nos hace sentir como niños ante un cuento de hadas recién estrenado. Muy recomendado para viajar desde nuestro sillón Voltaire  en estas calurosas tardes de verano.
Sharma Bulbul, Mis Santas Tías, Nocturna Ediciones, 2011

lunes, mayo 18, 2015

NEOPRIMATES




No sé si la distancia que me separa del otro sexo es equiparable con la que los  antiguos intuían que se llegaba al finis mundi o con la que hoy esa serie de pijos desencantados de la vida intuyen que les alejara un carísimo viaje a Marte; el caso es que es una gran distancia : somos distintos y mucho.
Darwin, en su teoría evolutiva esbozó la idea del eslabón perdido una transición entre el primate, chimpancé propiamente  dicho y el homo sapiens que según los dibujitos de nuestros ya olvidados libros de historia natural se diferencian del mono solamente en que andan erguidos y en que algunos cuelgan de su cuello un pedazo de tela alargado que llamamos corbata y llevan en la mano un maletín con papeles y unas cuantas revistas pornográficas. Nunca queridas lectoras aparece en ese estudio evolutivo de la raza humana la hembra , porque las mujeres ya venimos andando derechitas desde bien pequeñas, y a la que nos descuidamos  no nos cuelgan del brazo maletines sino churumbeles berreantes y mocosos a los que tenemos que alimentar también a base de pasearnos con maletines pero subidas a unos interminables tacones de aguja que alejan cualquier sospecha de que procedamos de la mona chita. Las mujeres y los neoprimates no tienen más remedio que entenderse entre otras cosas porque ellos tienen la fuerza física y le encanta jugar a fabricar armas de destrucción masiva y cosas por el estilo que les mantienen  entretenidos cuanto termina la Liga de fútbol o se les acaba la cerveza.

No se quién inventó a Cupido porque para nuestra desgracia las mujeres vemos en esos neoprimates algo irresistible, algún halo de misterio y decidimos meter un espécimen de esa naturaleza en nuestras vidas y ahí empiezan todas nuestras desgracias. Ellos no ven más allá de sus narices porque su cerebro animal y no evolucionado se lo impide y al no expresar sentimientos o mostrar afecto o cariño las mujeres nos tenemos que inventar un personaje que sencillamente no existe. No querida, ese neoprimate que vive contigo no tiene la mirada interesante, ni el corazón apasionado, ni te regala bombones porque quiere pedirte perdón.  Todas esas atribuciones alegóricas son meras imaginaciones tuyas el neo primate  está cansado, está despierto , hambriento , erectus o flacidus  sin matices de melancolía, euforia, insatisfacción , spleen vital o sentimientos secundarios que puedan empatizar con los tuyos. Por eso las mujeres gastamos tantos kleenex en nuestras relaciones amorosas porque creemos que esos delicados sentimientos tengan eco en nuestra pareja pero eso no puede ser porque ese eslabón perdido carece de algún trocito de corazón o de lóbulo cerebral que genere esa complejidad en los sentimientos así de sencillo y si el neoprimate pertenece a la subclase hispanicus futbolensis ya ni te cuento.


De todas formas como por alguna razón de esas que Descartes decía que venían del corazón y que la razón desconoce, nosotras no podemos vivir sin tener un neoprimate a quien achuchar de vez en cuando. Valga esta pequeña lección de biología para consolarnos en los momentos en que nos sentimos decepcionadas. No desesperéis ni cambiéis de neoprimate  que cómo ya os decía vuestra madre  todos son iguales y no tienen remedio. Así que dejarle con su cervecita su futbol sus manías y cuando tengáis melancolía leer un buen libro de poesía o escuchar a Bach o salir y compraros un bolso muy  caro.