lunes, septiembre 29, 2008

Suegras


La suegra, ese personaje arquetípico de la cultura hispana se perfila siempre como amenazadora, intransigente y algo agresiva. Yo he pasado muchos años de mi vida sin esa sombra, que cuál espada de Damocles se cierne sobre mi cogote y la verdad es que la vida sin suegras es una vida dulce; una vida en la que no te sientes seriamente amenazado. De pronto sin comerlo ni beberlo, vuelvo a tener una especie de suegra que ha centrado en mi pobre persona humana todos los males del universo, me ve a mi (eso me pone) como la imagen misma de la lascivia el pecado y de la perdición. Esta imagen bastante simplista y maniquea de la existencia humana me colocaría en un cuadro del Bosco en el lugar en el que las figuras son impunemente devoradas por demonios o se retuercen en las hogueras y a ella la imagino angelicalmente colocada en el extremo superior vestida de azul celeste con una halo luminoso sobre su cardado peinado a los años 80. Sin duda hubiera preferido que esta aparición maléfica no se hubiera producido. Aunque me confieso platónica y creo en el mundo de los arquetipos hubiera querido tener una suegra como el lobito bueno de la canción de Paco Ibáñez y yo ser una alegre Caperucita progre que camina sin temor por el bosque.

2 comentarios:

ribemependros dijo...

Bueno aunque sea una especie de onanismo el contestarse a uno mismo me cuento que esta mañana según salía a trabajar me he encontrado con mi suegra vestida de azul celete y con halo luminoso, socorriendo a los desválidos, aliviando a los enfermos en fin la vida

Anónimo dijo...

jajajaja y acaso pensarías que el fin del mundo estaba llegando mucho antes aún de lo imaginado ;-)