lunes, enero 24, 2011

La Caja de Pandora





Volver a abrir la caja de Pandora. Pasado un tiempo en que quizás el propio tiempo me impedía escribir, y en el que el amor aspiradora de energía donde las haya, ha frenado mi tendencia a soñar despierta, pero las aguas vuelven a su cauce y los desvariados tenemos que desvariar, inventar, soñar entretejer la vida con palabras a veces dulces, otras más ásperas… En este mundo que cada vez me gusta menos, esta realidad poblada por arcontes, saturnos, salamandras, taimadas tal vez sólo los rincones apacibles se creen artificialmente, un concierto (el homenaje a Plácido Domingo en el Teatro Real), un buen libro La Ofensa de Ricardo Menéndez Salmón, y otras muchas cosas que nos reconcilian con la vida. Hacen que de vez en cuando abramos otra vez los ojos como niños asombrados, niños que en definitiva necesitan ese cuento terrible de brujas malvadas y preciosas princesas para caer dormidos sobre la almohada y soñar, soñar, soñar….
En fin escribiendo al agujero negro del ciberespacio una parte de mí se rebela de la otra que es un poco muermo un poco para qué escribes si nadie te escucha. Lo sé y no me importa, Ribe es así como la Bella Durmiente, ha despertado de su letargo y volverá a la carga siempre que le venga en gana.

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