
Ángeles del paraíso, pequeños dioses sin memoria
¿No recordáis la música celeste? La música
Que las esferas repiten incansables
No hundáis los pies temerosos en la tierra,
Alzad los brazos invocando su nombre.
Príncipes destronados y perdidos
¿Olvidáis el amor y el poder de vuestros corazones?
No dejéis que la oscuridad os ciegue.
Es vuestro el pasado luminoso y el futuro os pertenece
Escucharos
En vuestros sueños, vuestros delirios de amor
En las noches de embriaguez y en los ritmos
lentos de las canciones dormidas.
(Nadie nos enseñó cuál era el camino)