viernes, junio 09, 2006

No hay olvido

Donde habite el olvido,
En los vastos jardines sin aurora;

Luis Cernuda



Donde duermen las bestias y vigilan los astros
Los tiburones devoran carne de hombre cansado
No hay olvido
La historia no termina ni empieza
Construiremos de nuevo el castillo que guarda la copa
El miedo paralizará nuestros intentos
Y el horror de la muerte secará nuestras lágrimas
El amor ese juego desmesurado confundirá nuestros cuerpos
(No hay razones en el fondo del pozo
Olvida tus deseos y cierra los ojos)

jueves, junio 08, 2006

Historia del Hada Melusina


Historia del Hada Melusina

Melusina entra en la historia al final del siglo XIV, por Jean D´Arras que escribió una novela titulada La Noble Historia de Melusina o La historia de Melusina en prosa. Sin embargo Melusina es un hada muy vieja nacida en un pasado muy remoto. Algunos ven en ella una divinidad céltica protectora de la Font de Sé (fuente de la sed), otros creen que fue una superviviente de la Meluciena de los escitas. Los historiadores encuentran en ella la personificación de auténticas heroínas como la Reina Sibila. Michelet la reconoce sobre los rasgos de Leonor de Aquitania.

La familia Lusignan reinó durante mucho tiempo en el Poitou. La familia explotó el mito haciendo de Melusina o mejor de la “Mère Lusigne” (la mère des Lusignan) la fundadora de su línea genealógica. La recuperación de las hadas por parte de las familias aristocráticas era algo habitual en los siglos XII y XI. En el País de Poitou estas criatura;habitualmente nocturnas; llamadas luciérnagas, damas blancas, hadas se aparecían en distintos lugares a distintas personas.

Melusina es de origen real. Su madre, el Hada Presina había encantado a su padre Elinas , Rey de Escocia. no sin hacerle prometer que nunca iría a ver mientras dormía. Elinas, incumplió su promesa y Presina tuvo que refugiarse con sus tres hijas Melusina, Mélior y Palestina en la isla perdida de Avalon. Cuando las niñas crecieron usaron sus poderes de hada y decidieron encerrar a su padre en la montaña mágica de Northumberland. Presina las acusa entonces de ser unas malas hijas y de carecer de corazón, y envío a Melusina un sortilegio

"Tú Melusina que eres la más mayor, la más sabia y la culpable, por este encantamiento te convertirás en serpiente todos los sábados de cintura para abajo (....)"

Si Melusina encontraba un hombre para desposarse, éste nunca debía descubrir su secreto, si él lo desconocía Melusina podría vivir el resto de la semana como una mujer normal pero si lo hacía estaría condenada a sufrir ese tormento hasta el día del juicio final. Melusina no tardó en encontrar a Raimondín cuando se hallaba cazando un jabalí en el bosque de Coulombiers y accidentalmente mató a su tio Aimery Conde de Poitiers. Raimondín se paró para calmarse en la Fuente de Cé (Fuente de la sed). Melusina se le apareció en todo su esplendor danzando en medio de otras hadas. Gracias a su extraordinario poder logró que Raimondín pareciera inocente y aceptó casarse con él. Ella le hizo prometer no tener ninguna duda acerca de sus orígenes y de nunca buscarla en sábado. A cambio ella le ofreció su fortuna y una numerosa y larga descendencia. De su Unión nacieron diez hijos Urian llegá a se rey de Chipre:

"y estaba bien formado salvo que tenía un ojo rojo y el otro garzo y las orejas más grandes jamás vistas en un niño."

Durante el primer año de su matrimonio, Melusina emprendió la construcción de varios castillos y fortalezas (Tiffauge, Talmont, Partenay) que contribuyeron a la pujanza y el esplendor de la familia Lusignan iglesias como Saint-Paul-en-Gâtine surgieron de pronto en medio de la campiña, también erigió las torres de la guardia en La Rochelle y la ciudad de Lusignan. Sin embargo el hada parecía más ducha en el arte de construir que en el de engendrar: Guion tenía un ojo más alto que otro, Antoine llevaba en las mejillas una garra de león, Geoffroy nació con un diente más grande que un pulgar, Fromont que se hizó monje tenía sobre la nariz una pequeña mancha peluda. Un sábado empujado por los celos de su hermano el Conde de Forez, Raimondin transgredió la regla y haciendo con su espada un agujero en la sólida puerta de hierro, fue esto lo que encontró:

"Melusina se bañaba en una gran cuba de mármol, metamorfoseada como sirena: mujer hasta el ombligo peinándose los cabellos y del ombligo para abajo con una gran cola de serpiente como la de un gran arenque y la movía con tanto brio que salpicaba hasta el otro extremo de la estancia." Traicionada la sirena tuvo que huir y nunca más su marido volvió a verla con forma humana. La leyenda cuenta que Melusina volvía tres días cuando alguna de las fortalezas que había construido cambiaba de dueño, y que se aparecía gritando desconsolada cada vez que alguno de sus descendientes estaba a punto de morir.



domingo, junio 04, 2006

"Ver las estrellas"


"VER LAS ESTRELLAS”
La expresión ver las estrellas en castellano tiene un significado que muchas veces hemos visto gráficamente reproducido en los TBOS de Mortadelo y Filemón o que asociamos con que nos pisen un juanete en un autobús abarrotado de gente.
Sin embargo a veces se pueden "ver las estrellas", las de verdad, fuera de la niebla espesa de las ciudades, sentada en una terraza frente al mar o en la paramera castellana en una noche de intensa helada arrebujado en una manta con la nariz goteando, preferiblemente en compañía, para no tener miedo de los lobos que en esas noches frías aprovechan la ocasión para comerse a las ovejas que se salen del redil. O a veces en momentos especialmente intensos de abrazos y besos uno ve estrellitas azules o blancas y se siente especialmente feliz de que el firmamento estrellado o el universo o la galaxia Andrómeda o cómo diantre se llame se cuele en su cabeza un instante, un instante atómico de felicidad anterior al big bang como Adán y Eva antes de comerse la manzana de la discordia.

Y si antes de ver estrellas una tiene la dicha de salir del brazo de un apuesto caballero con poderes mágicos que crea lo que deseas, porque tiene ese don. Y la misma calle de todos los días se convierte en el camino de baldosas amarillas del Mago de Oz pero con el mago de la mano, Madrid, inhóspito lugar, se convierte en algo distinto y cada baldosa, pisada cansinamente todos los días brilla en la noche.
Por eso escribo hoy como cuando Melusina por fin conoció al Bello Aiol aunque su cuerpo estuviera metamorfoseado en el de un efebo por un encantamiento de su pérfida madre Persina. Y porque el amor o la amistad es un lazo que nos mantiene fuertemente ligados a la vida.

jueves, junio 01, 2006